martes, 30 de septiembre de 2008

10 cosas que me encantan en este momento

1. Sentir el viento fresco en la cara. Sentir el viento en general.

2. Encontrar “momentos” mientras hago algo. Como caminar por la calle y ver justo cuando un pájaro se posa en una rama y parece parte de un documental del Nat Geo.

3. Leer el diario on-line antes de empezar a trabajar en la oficina. No se por qué pero en casa no puedo, tiene que ser cuando llego a la agencia. Quince minutos dedicados al ocio. Igual, no se quejen, siempre llego temprano. Tal vez es mi inconsciente diciendo “si vas a perder el tiempo, compensemos”.

4. Ser abrazada. Porque no es lo mismo que abrazar, no no. Cuando te abrazan hay alguien que quiere hacerlo, y ese es un sentimiento muy especial.

5. Escribir y sentir que salen cosas buenas (aunque este no sea el caso)

6. La sensación de plenitud al terminar de leer un libro, pero eso ya lo saben.

7. Los musicales. Perdón, no lo puedo evitar. AMO QUE LA GENTE CANTE para contar las historias. Y amo que aún así puedan conmoverme hasta las lágrimas.

8. El cielo. Sus colores, formas y objetos. Es el milagro de la naturaleza. Miraría para arriba todo el tiempo si pudiera, pero me llevaría puestas más personas que las que golpeo con mi usual torpeza.

9. Sacarme las zapatillas después de un día larguísimo y sentir el piso frío con los pies.

10. Ese instante en que un compañero de trabajo o un conocido se convierte en un AMIGO.


Peluka

lunes, 29 de septiembre de 2008

el MASOQUISMO de la buena voluntad

A veces uno necesita preocuparse por cosas que lo superan. No se, debe ser una técnica para no pensar en los propios problemas. O para sentirse solidario, desinteresado, o simplemente porque lo considera parte de su trabajo como amigo.
Pasa con las cosas más chicas como con las más grandes.
Todo esto surge de mi sentimiento de culpabilidad. Si no hago ALGO me siento culpable.
Alguien querido: -Se murió mi vieja.
Interior de Celia: ¡Hay que ayudarlo ya mismo! Lo que debes hacer ahora es pasar el resto de la semana comiendote los sesos con ideas para devolverle a su madre. ¿Ok? Empecemos ahora.
Y listo. Fui.
Digo “fui” porque ¿a quién ayudo con esa actitud? ¿A mi conocido en sufrimiento? Obvio que no. Cuando algo es “insolucionable” por mi no hay vuelta que darle. Especialmente cuando tiene que ver con leyes de la vida, la física o demases, y no con la voluntad.
Lo más gracioso debe ser el sentimiento de angustia que me inunda. Esa sensación de “en el fondo no sirvo para nada” que tan poco útil es. Porque yo creo que en realidad la idea (inconsciente) tiene mas que ver con el masoquismo que con el altruismo. Algo así como “me voy a meter en situaciones imposibles de resolver para poder sentir dolor, pero sentir algo al menos”.
Todos tenemos un masoquista adentro, espero que el de ustedes sea menos autodestructivo.

Peluka